martes, 1 de noviembre de 2016

ARTÍCULOS SOBRE HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA EN VENEZUELA


Conocí a Josune Dorronsoro en la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela. Yo había ingresado en 1973 y ella uno o dos años después.
Me impresionaron sus enormes ojos verdes, su tez blanca llena de pecas y, sobre todo, su carisma. Era una venezolana nacida en El Valle, hija de inmigrantes. Su padre, un vasco republicano que había huido de la dictadura de Francisco Franco y su madre, una argentina empobrecida.
Con ese origen no podía ser sino una persona de izquierda. Así fue. Militante de la Liga Socialista y del PRV –partido al que la había introducido su colega y fogoso amigo Amilkar Figueroa–, aunque su pasión y dedicación fueron la historia, en particular, la de la fotografía.
Josune pertenece a una generación de historiadores venezolanos movidos por la renovación de la disciplina. La búsqueda de nuevos campos historiográficos, temas y reflexiones históricas.
Siguiendo a los padres franceses fundadores de la Escuela de los ANNALES, fue la época de los inicios de la historia de la vida cotidiana, el descubrimiento del “hombre común” como protagonista de la historia, mas allá de los héroes que deslumbran, la historia crítica de la sociedad en los ámbitos políticos, económicos y sociales, la historia de las mentalidades, y comprendimos que todo objeto social es susceptible de historiarse.
A esa generación pertenecen historiadores como Samuel Moncada, José Ángel Rodríguez, Margarita López Maya, Germán Yépez, Yolanda Segnini, el también fallecido Juan Carlos Palenzuela, Inés Quintero, Héctor Acosta, Elena Plaza, Michel Ascencio, yo misma y otros.
Somos los discípulos de Manuel Caballero, Germán Carrera Damas, Josefina Bernal, Arístides Medina Rubio, Manuel Rodríguez Campos, María Elena González de Lucca, Elías Pino Iturrieta, entre otros profesores de la Escuela.
Josune se destacó inmediatamente. Graduada con honores en la UCV, inmersa como estaba en el mundo del arte, –había incursionado en la pintura y su hermano Gorka era ya un arquitecto y fotógrafo destacado–, deificó la fotografía como su preciado objeto.
Profundamente disciplinada, trabajadora –que rayaba a veces en la obsesión–, y meticulosa –habilidad necesaria para un buen historiador–, Josune investigó, escribió y produjo numerosos libros en un período muy breve, desarrollando el maravilloso mundo de la historia de la fotografía en Venezuela.
El primer contacto con el tema lo tuvimos en 1977, cuando dirigidos por el extraordinario escritor Alfredo Armas Alfonzo, un equipo constituido por Armando José Sequera, Vladimir Sersa, Germán Rojas, Josefina Jordán, ella, yo y otros que se me escapan, trabajamos en una incipiente institución dedicada al rescate del patrimonio nacional, la Fundación para el Rescate del Acervo Histórico Venezolano FUNRES, y organizamos la primera exposición fotográfica con materiales del siglo XIX venezolano, que titulamos Con la fuerza y verdad de la luz de los cielos, en la antigua sede de la Galería de Arte Nacional, en la Plaza de los Museos.
El año anterior nos habíamos sumergido en archivos venezolanos buscando información y documentos sobre los primeros daguerrotipos y fotografías producidas en el país, descubriendo con gran sorpresa que, desde la invención del daguerrotipo en 1839, muy pocos meses después la nueva tecnología ya estaba en Venezuela.
Buscamos informaciones e imágenes en colecciones privadas y públicas, bibliotecas, hemerotecas y archivos, las cuales fueron expuestas en la GAN. Josune quedó impactada por la veta de oro que había encontrado, que no hizo sino explotar los siguientes 15 años.
Los textos que a continuación se presentan fueron seleccionados conjuntamente por mí y Armando José Sequera, y son fiel exponente de su pensamiento y trabajo.
Josune fue mi primera mejor amiga y veintiún años después de su partida física lo sigue siendo.
Morella Barreto
Descargue el libro completo en el siguiente enlace:


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