La Lluvia de Hojas de hoy nos cae con temas de la memoria cercana y remota de nuestra vida. Heterogénea, como casi siempre, despliega una serie de puntos que al final pretenden enlazarse. Sólo el lector sabrá si se relacionan de esta manera tan fragmentaria.
En un primer texto, la reflexión se hunde en una caverna para revisar los mitos como parte de nuestra cotidianidad. Se puntualiza apenas en el significado de los mitos, más allá de su acepción tan distante a la realidad, donde se le reduce a un simple cuento, a humo, a aire en el aire.
La narración que le sigue va hacia la memoria individual del niño de la casa que se descubre en el destierro. Una descripción pormenorizada de sus límites basta para ello y para mostrar su identidad de exiliado en un territorio prestado.
Tres poemas de siempre terminan, como es costumbre la Lluvia de hoy. Abordan los universales temas del amor, las decisiones y las oscuridades con las que se topa quien desea escribir.
Tome el lector lo mejor y que disfrute empapándose de esta Lluvia.
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