domingo, 25 de abril de 2010

Felicidad: Para definir lo que sólo tú puedes



La felicidad necesita ser sentida más que definida. Todo ser humano tiene su idea de felicidad. Todo individuo ha experimentado la sensación de ser feliz, al menos un instante de su vida. Sin embargo, ensayamos a ser felices más allá de un momento. Queremos ser felices toda nuestra vida.

La felicidad es posible. La felicidad se construye. Exige un esfuerzo pausado, lejano a la ansiedad de una ambición. La felicidad es una obra de construcción interna.

Tal vez pensemos que la felicidad es una suma de pequeñas alegrías, de satisfacciones que siguen a una búsqueda entre los inconvenientes, las amarguras, las injusticias y otras tantas calamidades que se nos presentan en el oficio de la vida diaria. Y la felicidad entonces se nos convierte en un añorado y escaso tiempo.

Para ser felices debemos decidir ser felices desde este momento. La felicidad es un estado de plenitud del ser. Por sobre las sensaciones pasajeras de bienestar o de alegría, es una forma de afrontar el mundo, de participar de la vida, de gozar y permanecer en la existencia. Es una actitud.

La actitud de vivir en felicidad se compone de razones, de sentimientos y de acciones para lograr el objetivo. El plazo para encontrar la felicidad no es largo. Es ahora.

Si logras sintonizarte y ver la forma cómo puedes ser feliz, será mejor aún para todos. La humanidad se nutre de nosotros. Si sientes la fuerza de la felicidad plena, compartirás e irradiarás silenciosamente, pero efectivamente, la energía que necesita este mundo para su progreso verdadero.


1 comentario:

Elizabeth dijo...

La felicidad se vive en momentos, y si queremos ser felices para siempre tenemos que convertir esos momentos en algo permanente como decía Sylvia Plath.