La lluvia cae
queriendo preñar la tierra.
Pero no trae semilla.
La humedece,
la plena,
la barre
con furia
y de ella no nace
arbusto siquiera.
Pero qué sería
de la semilla
seca
sin el alivio
propiciador
de la lluvia.
Un pedazo de vida
en un sarcófago.
Una palabra
no dicha.
Trozos de cielo negro
se precipitaron
hechos astillas.
Punzaron mi cuerpo
desprevenido
que no se atrevió
a mirar a las alturas.
Por fortuna,
pues hubiera enceguecido.
Quise averiguar
la razón del desplome.
Pero no había.
Solo un agujero
donde hubo
ilusiones.
Solo nada
donde acostumbraba
anidar
la risa.
Solo vacío
donde hubo
plenitud.
La vida tiene vueltas
Ascendentes
Descendentes
Pero todas sus circunvoluciones
están
en el mismo plano
En el mismo accidente
biográfico
o geográfico
y conducen
hacia un inconfundible
sitio de encuentro.
Un territorio que se revela
con asombro
sólo
en el momento de la llegada.
1 comentario:
Bellísimos poemas...
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