sábado, 9 de agosto de 2008

LA LLUVIA DE HOJAS NO REGRESA



Siempre ha estado allí. Y continuará.

La aceleración deja paso a un movimiento constante más reposado. El trabajo emprendido debe ser degustado, revisado, plantado para que algún fruto salga de él.

Esta lluvia no ha desaparecido. Continúa cayendo cada vez que alguien accede a ella. La regularidad de enriquecimiento de su contenido ha variado. Seguirá nutriéndose a lo largo del tiempo. Continuarán sus aguas acumulándose sin estancarse ni apestar.

A los que creían que la lluvia había cesado, les puedo asegurar que no. Allí se mantendrá, a su ritmo de llovizna o rocío. O alguna otra medida ridícula de cantidad. Pero aquí estará, suspendida de sus electrones hasta que exista la red.

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