El poema ha de ser el estímulo preciso que provoque el sentimiento o la
idea. No obstante, apenas enciende alguna emoción y las ideas que suele
transportar son esquivas al aire y se desintegran en dudas de tipo diverso.
El poema es una posibilidad, como lo es la palabra que rompe el silencio
y parece ordenar el movimiento de la vida.
La palabra es más que una simple reverberación de nuestra interioridad. Toma
cuerpo y existe en la etérea estructura del poema, ganándose su posibilidad de
trascender al soplo del tiempo.
Espero que disfruten este libro de textos poéticos, bajándolo en el
siguiente enlace:
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