domingo, 10 de octubre de 2010

Tres poemas sobre memoria y olvido



Olvidando mi rostro
mi voz
mis palabras
mi cuerpo
mi olor,
me empiezas a extinguir
en tu memoria.


Pero al encontrarte

de cerca

con ese amor

que habita

tu corazón,

vuelvo a vivir.

De Instantáneos


Cae una hoja

de calendario

Pasa otro año

en la memoria humana


La hoja que navega los aires de otoño

anuncia

un árbol desnudo en invierno,

despojado

para renacer

sin otro vestigio de sus antiguos follajes

que un anillo engrosando su tronco


Números sobre números

vuelan en el viento los años

Al fin

desaparecen en la noche cósmica


Nada queda

del año que pasa

Una fugaz sombra de recuerdo

son los días infinitos amontonados en reunión


Todo el tiempo será al fin sólo un anillo

del árbol de la vida

De El paso de la serpiente


En algún recodo

de la memoria

encontraré los momentos

perdidos

olvidados allí

por el poco uso

o en el descuido.


En ese lugar

seguramente hallaré

los besos extraviados,

una larga fila de lamentos,

las tareas desistidas

los tiempos consumidos en la nada

y algún libro leído sólo para el olvido.


Tal vez encuentre muchas personas

agazapadas en su paso fugaz

en su destino amargo

en su tránsito hacia lo desconocido.

Pero a ti

allí

seguro

no te encontraré.

De En el inicio de la vida

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