domingo, 7 de marzo de 2010

Otros tres textos


El tiempo se fracciona

en unidades

cada vez

más pequeñas

hasta que no es ya

vivible.

El tiempo se hace irrespirable

en sus mínimas

fracciones

inconexas.

El tiempo nos persigue

con ruidos de tictac

así nos distrae

del sonido del viento

o de una ola peregrina

que rompe bajo tus pies

El tiempo acosa

al viajero

con itinerarios reducidos

a carreras

por donde se le escapa

la vida.

El tiempo dice ayudarte

y tan solo se busca a sí mismo

perdido en eriales

donde no existe

otra cosa que el movimiento

solar y de los pájaros.

El tiempo nuestro

se preserva de todo influjo

del tiempo apresurado

y se separa delicadamente

para hacernos felices.






Soy un ser de cristal

De cuarzo específicamente

Con el que se mide el tiempo

en grandes batallas

y banalidades

Duro y frágil

en el mismo instante

Pasajero

eterno

de esta vida.

De Espacios Temporales




Lo verdaderamente importante

sólo yo puedo decírmelo

Tampoco nadie puede oírlo

Sólo yo

Como un susurro del misterio

Lo verdaderamente trascendente

no puedo descubrirlo

más allá de mis límites

La oscuridad y el silencio

me acompañan

Con ellas comparto

mis hallazgos

mis sentencias

la prueba de mis logros en la nada

Pero es suficiente

De Textos del Desencanto


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