domingo, 31 de enero de 2010

Tres de Breve Pesadumbre



Estoy en el borde

de todos los fracasos

caminando borracho

de realidades mal destiladas

Con los ojos cerrados

confiando

en un ciego

que no conoce el camino

Poniéndome

en unas manos

paralizadas

de miedo

Creyéndome otro

Conductor de confianza plena

Y siendo el mismo

solitario

transeúnte

de la tristeza


Veo acercarse la niñez

de otra vida

posterior

a este amago de existencia

Quiero imaginarla

con optimismo

pero se me sume con el buen ánimo

entre los flacos dedos de la amargura

Tan sólo consigo

una mueca que revela

la secreta envidia

por lo que aún no ha sucedido

Y la inmensa desolación

de una estéril tristeza

toma ya mi cuerpo

inexistente

aún


Los silencios se reúnen

para hablar de sus desventuras

en voz baja

simulando el susurro de las olas

de un mar lejano

Los silencios conversan

rompiendo sus votos

Se quejan

del aire

del mundo

de la voz

de la palabra

Los silencios inventan

terapias grupales

donde gritan

y se niegan

a escucharse mutuamente

Los silencios se parecen

demasiado

a la gente


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