La Lluvia de Hojas de hoy se caracteriza por la brevedad. Todos sus textos buscan afanosamente este propósito, no siempre lográndolo a cabalidad. Lo breve debe valerse por sí mismo. Ser suficiente. A veces el escritor se queda corto en la brevedad y comienza a ser largo y circunloquioso.
En el primer texto se ensaya la brevedad como estilo de vida, tocando a la literatura como estampa de la existencia, huella o síntesis de ella misma.
Luego un relato corto, reina de las amazonas, prosigue este afán de brevedad. Por sí mismo se basta el relato para explicarse. Tal vez el título diga más que el cuerpo narrativo.
Cuatro haikú finalizan esta Lluvia, con la que comienza este año que se nos hace largo en su sabida breve existencia.
Que al lector le sea extensa la dicha.
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