La Lluvia de Hojas de hoy no es tan prolongada como lo son las estacionales. Pero en ella baja parte de las obsesiones de la escribanía del autor. Al fin de cuentas esta es una radiografía del estado del tiempo personal, expuesto por si alguien encuentra aspectos interesantes en ese solitario discurso.
La primera reflexión es la segunda, de una serie de tres, sobre la escritura como vía de realización personal. Para no agobiar al lector la presentamos por partes que pueden ser leídas fragmentariamente. Al final la idea se completará. En todo caso la gran pregunta seguirá siendo si la literatura o simplemente el acto de escribir sirve para algo.
Luego un relato publicado en 1977, Góndola del maestro Alterio, continúa con el rescate de textos casi confinados a bibliotecas. Allí se observan esos primeros pasos y caídas del escritor en la invención de sus aparatosas maquinarias.
Finalmente, como siempre, tres poemas de paso cierran la Lluvia de hoy. El tiempo y el camino, la vida, son los temas, eternos y casi infinitos.
Espero que el lector disfrute viendo caer la lluvia desde su lugar protegido.
1 comentario:
Muy ingenioso este escrito. Bien por esta originalidad.
Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario