La Lluvia de Hojas de hoy derrama una serie de reflexiones que aunque puedan parecer frías como el agua, se calientan ante el pensamiento y la emoción. El proceso creador se muestra en algunos aspectos poco explicativos y se desgrana, más bien, con descripciones que, sin llegar a ser ejemplares, al menos quieren señalar al lector puntos para la reflexión.
Y esto es lo primero que se hace, reflexionar sobre la naturaleza misteriosa del texto. Esto que el lector ve, es objeto de la propia reflexión. Apenas es un atisbo. Una indicación, un asomo. Pero con ello se emprende una vía de interiorizar sobre lo que hace el escritor y el lector.
Luego un relato sobre un Autómata, de la misma serie que hemos publicado otros, pone el ejemplo preciso, al menos como pretexto, para preguntarnos sobre ese proceso creador y la relación que existe entre creador y cuerpo creado. Prolongación pues de la reflexión anterior en tono de narración.
Tres poemas, como siempre, atormentados esta vez, cierran la Lluvia de hoy.
Que el lector vea recompensada su lectura con algún refrescante beneficio.
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