A veces los sueños
se caen de la cama
aparatosamente.
Despertamos entonces
sobresaltados
por el estrépito,
de un desplome
de animal herido.
Aparecemos
súbitamente,
azorados,
con sangre en las manos,
en nuestra vigilia
eterna,
en este universo
de ilusiones moribundas.
Los sueños en el suelo
agonizan lentamente,
fuera de su mundo
de agua onírica.
Se quiebran los espejos,
fraccionan
en miles de pequeñas
imágenes
la ya endeble memoria
de lo no acontecido,
de lo posible.
Los sueños
duran poco,
tanto como toda
la vida.
De Instantáneos
de gordura obscena
Canción lastimera
radial
desplegándose como bicicleta
Ventilador asperjante
de calor líquido
Gaceta
Hípica
Municipal
Oficina pública
De quejas compartidas
De nada triturada
De espera del día de la aniquilación
De Vísceras Públicas
se apaga la luz interior
y si
reviso las páginas escritas
nada encuentro.
me digo.
Servirían a otro destino.
Construir aviones de papel,
tal vez.
ostentarían la poesía del Origami.
pueden volar
sólo al abismo
de la pesadilla.
sino una
plana hoja rellena de palabras,
ahíta del deseo expresivo,
gritando en la oscuridad
de una pesadilla.
Pero siempre amanece
a otro sueño
donde creo
que mis sentimientos hechos verbo
sirven para algo.
de papel
que vuelen alto
y caen en picada
hasta el atento ojo del lector.
De El Paso de la Serpiente
1 comentario:
Me conmueve tu poesía J G...hermosos versos!!!Tus sentimientos hechos verbo siempre sirven para algo, recuerda, la poesía no es de quién la escribe sino de quién la necesita y a mí me encanta. Gracias!!!
Publicar un comentario