domingo, 30 de enero de 2011

Poemas de un libro olvidado



Extensa pradera

virgen

apuntada por un rayo

luminoso

plana aun

se reduce

a un rectángulo

atrapado

entre páginas

de un libro.



Edificios grises

abiertos a la soledad

se empañan

con sombras indefinidas

de quienes no permanecieron.



Larga,

igual a su vestido,

sin preocuparse

del paso

dado

o del siguiente,

baja

estática

una escalera

desaparecida

como ella.



Bailan

tango,

ven

la cámara.

Intentarán

para siempre

movimientos

imposibles.



A pesar del tiempo

lo retrata bien

la mano en el pecho.

Toca una ausencia.

No guarda corazón.


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