domingo, 18 de abril de 2010

Algunas personas creen que nada es verdad.


Pero se niegan hasta su propio pensamiento. Si nada es verdad, su afirmación tampoco lo es.


Esta contradicción en el plano de las palabras e ideas manifiesta en cierta forma la naturaleza de las verdades en nuestro mundo de ideas.


La negación o la afirmación absoluta parecen no ser valederas para lo que expresamos en palabras.


La verdad absoluta puede existir sólo más allá de las palabras. Y probablemente sería una convicción inexpresable.


Afirmar la inexistencia absoluta de la verdad es también completamente inútil y absurdo.


Sucede a menudo que esta negación se basa en el hecho de un enfrentarse con la apariencia de las cosas.


Mucho de lo aparente es incierto, es tan sólo una simulación. Pero ello no basta para desestimar la verdad como algo posible.


Quien niega la verdad es porque en algún momento ha creído en ella y se ha desilusionado. Entonces la descalifica.


En el punto de desilusión es mejor aceptar la posibilidad de la equivocación. Y esperar que la verdad funcione en nuestras vidas también como una posibilidad.

De Cinco Sentidos sobre la vida


1 comentario:

Elizabeth dijo...

La verdad....¿ quién tiene la verdad absoluta? ¿ Existe realmente? no estoy muy segura. Como diría Mario Vargas Llosa...La verdad de las mentiras....
Interesante tema....