Los años nuevos son retos. Un camino frente al caminante. El final de una reflexión sobre el pasado y una cuenta de días por venir.
Ante el nuevo año esta lluvia de hojas deja caer algunas sutiles elucubraciones sobre el tiempo y el hacer. Sobre la brevedad y en la brevedad.
Dos fugitivos textos. Uno en forma de inicio de ensalada de inspiración súbita. Narrativo, botánico, claroscuro de emotividades.
El otro, un texto que aspira la catalogación de poético, procedente de un libro inédito, que explora esa sensación sinuosa del tiempo.
Pero para qué explicar lo que aparece ante sus ojos lectores.
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