domingo, 26 de diciembre de 2010

Entre los inicios y los finales, una delgada línea



La Lluvia de Hojas de hoy se vuelve una reflexión sobre los finales como un inicio. Tal como las estaciones, las etapas de la vida y como la misma frecuencia y duración de la lluvia, nuestra existencia es un permanente cambio. Certidumbre esta entre la incertidumbre del momento siguiente.

En una primera reflexión titulada El tiempo fluye, el mundo gira, se emprende la idea del final como esa transformación. El cambio es lo permanente, no existe el final absoluto sino un cambio de estado. Ello funciona en todos nuestros procesos, las relaciones, los apegos a las cosas y personas, el término mismo de la existencia.

El fin de año es el tema que aborda el relato que le sigue. Lleno de expectativas y de sentimientos, en un niño éste de un lejano fin de año es aún más un momento que recordará en las brumas de la memoria como una experiencia singular, inolvidable.

Tres poemas finales siguen con el tema que nos ha ocupado, hasta el punto que cierra esta Lluvia de hoy.

Que le sea de provecho al lector es mi deseo.


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